Ponemos a cocer los mejillones limpios en una olla grande al fuego, teniendo el cuenta que los mejillones se tienen que tienen que abrir esta deberá tener al menos el doble de capacidad, con un poquito de agua, de vino o de zumo de limón, no añadir sal o quedarán demasiado salados, los mejillones son filtradores con que ya tienen ese punto de sal. Los mejillones tardarán entre 7 y 8 minutos en cocinarse una vez que el agua haya empezado a hervir.

Si algún mejillón no está abierto, estará malo con lo que lo desecharemos. Podemos colar el agua de los mejillones y utilizarla para hacer un arroz, si había algún mejillón en mal estado sería mejor no utilizar ese agua.

Mientras se cuecen los mejillones preparamos la vinagreta. Cortamos muy bien la cebolleta, y los pimientos (lavados previamente). Lo ponemos todo en cuenco junto con el aceite, el vinagre el zumo de limón y sal. Mezclamos bien, reservamos.

Un vez los mejillones estén cocidos, los colamos, separamos las cáscaras, desechamos la cáscara que no tiene mejillón y la otra la disponemos en un plato llano o fuente. Añadimos por encima la vinagreta, podemos poner en el centro un poco más de vinagreta y un poco limón para que los comensales vayan cogiendo a su gusto. Otra sugerencia de presentación, quitar ambas cáscaras, sacar el mejillón, colocarlo en un plato llano y en el centro un cuenco con vinagreta y a un lado parte de un limón.

¡Buen provecho!!!