Lo primero será limpiar las setas. Al venir del bosque tendrán tierra y puede que algún ocupa como babosas o incluso cucos. Si tienen muchos puntitos negros o blancos al cortar la base es que esta cucada y no es apta para su consumo.

Por otro lado puede que por arriba tenga muestras de bocaditos que han ido dando pequeños pájaros, babosas u otras especias. Estas están bien, se han de lavar y cortar un poco la base del pie y mirar igualmente si están cucadas o no.
Los cucos siempre se encuentran en el interior porqué acceden a la seta desde su raíz bajo la tierra y van escalando a través del pie de la misma.

Una vez limpias, las cortamos a trozos dependiendo del tipo de comida que vaya a acompañar trozos más grandes o más pequeños. Y las haremos salteadas en sartén con un poco de aceite de oliva. Cuando vayan soltando el agua y se doren añadiremos los dientes de ajo picados en brunoise. El ajo es un potente antibiotico natural que además de darle un sabor increíble rebajará el efecto de la toxicidad de las setas.