(Como es una receta que lleva tiempo hacerla, no me acorde de ir haciendo fotos de los pasos).

Pelamos y cortamos las ciruelas y manzanas, y las ponemos a cocer a fuego medio alto con el azúcar. Al limón lo pelamos, y echamos la cáscara en la olla, pero el resto del limón, lo cocemos dentro de un bolsa de tela fina, para que suelte su jugo pero no las pepitas.

Cuando lleve sobre 30 minutos hirviendo, sacamos la cáscara de limón y la cortamos en juliana —en este momento ya comenzará a estar blandita, pero queremos que quede gelatinosa—. Las volvemos a introducir en la olla, y bajamos el fuego y dejamos cocer hasta que se reduzca por la pérdida de agua.

Mientras, lavamos muy muy bien los botes donde vaya a ir la mermelada; nosotros los pasamos por el lavavajillas.

Cuando se haya reducido, apagamos el fuego y la dejamos reposar y enfriar. Nosotros esperamos casi 24 horas.

Transcurrido ese tiempo, introducimos la mezcla en botes.

Con los botes aún abiertos, los metemos al baño María durante 5 minutos—para que pierdan el aire—antes de cerrarlos herméticamente.

Una vez cerrados, los cubrimos de agua completamente y los dejamos cociendo 20 minutos para que realice correctamente el cierre.