Mezclamos la carne picada, la papada, la mostaza, el huevo, la escalonia y el diente de ajo bien picado, los piñones y pan rallado y mezclarlo bien para que coja la consistencia para hacer las albóndigas. Salpimentamos a gusto.

Boleamos, enharinamos ligeramente y las doramos a fuego fuerte. Las reservamos en papel absorbente.

En una cazuela mezclamos el tomate triturado y un poco de fondo de ave de manera que tenga textura de salsa espesa. Añadimos las albóndigas, tapamos y dejamos cocer a fuego suave durante 20 o 25 minutos. Vamos vigilando el nivel de líquido añadiendo fondo si fuera necesario. Pero se trata que sea una salsa espesa no una sopa!!!

Ponemos en un cazo el agua a hervir. La sacamos y añadimos al bol con el cuscús. Tapamos y dejamos 10 minutos.

Picamos en brunoise el calabacín y lo rehogamos en una cazuela ancha con la nuez de mantequilla.

Cuando esté pochado, añadimos el cuscús que ya habrá absorbido el agua, desmenuzándolo para que quede suelto. Removemos bien, y añadimos la especia Ras el haout a gusto. Salpimentamos. Dejamos que se seque bien y que se dore ligeramente algunos granos.

Emplatamos en una bandeja amplia, al fondo el cuscús, repartimos por encima las albóndigas y una cucharada de pesto encima de ellas. Combinación de sabores buenisimaaaa!!!