En un bol mediano, añadimos los ingredientes húmedos, la crema de cacahuete, el huevo y la miel. Batimos y mezclamos bien durante 3-4 minutos.

En otro bol mediano, mezclamos los ingredientes secos, la harina, la canela, el bicarbonato, el azúcar vainillado y la página zca de sal. Integramos con un tenedor durante unos minutos. Añadimos los ingredientes húmedos e integramos bien todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea. Mezclamos con una espátula de silicona al principio.

Una vez integrados los ingredientes, podemos trabajar la masa con las manos. Preparamos la bandeja del horno con papel vegetal. Hacemos bolitas y las vamos colocando sobre la bandeja. Una vez hemos acabado con la masa, aplastamos las bolas y damos forma de galleta. Podéis utilizar las manos o en culo de un vaso.

Pre-calentamos el horno a 180° y horneamos las galletas durante 10 minutos. Pasado el tiempo, apagamos el horno, sacamos la bandeja del horno y colocamos sobre una rejilla. Dejamos enfriar unos minutos y mientras podemos derretir el chocolate blanco.

Rompemos el chocolate en porciones pequeñas, lo colocamos en un bol y llevamos al microondas a potencia máxima durante 10 segundos. Yo lo he conseguido en 4 tandas, es decir, un total de 40 segundos pero nunca del tirón, de 10 en 10 segundos.

Dejamos reposar el chocolate y comenzamos a bañar las galletas de una en una. Dejamos las galletas boca arriba sobre una rejilla hasta que el chocolate se compacte. Cuando ya está duro, damos la vuelta a las galletas y decoramos con otro poco de chocolate derretido haciendo tiras o puntitos.