Tarta de turrón

Para esta receta necesitaremos un molde desmontable, en este caso he utilizado uno de 26 centímetros, pero si tenéis uno más pequeño lo único que debéis hacer es quitar algunas galletas y parte de la mantequilla para la base, ya que en el relleno podéis utilizar la misma cantidad de ingredientes, lo único que os quedará un poco más alto.

Lo primero forramos con papel de horno el molde, ya que así será más fácil desmoldar luego la tarta. Trituramos las galletas hasta que las hacemos polvo y derretimos la mantequilla, juntamos todo y lo ponemos de base para nuestra tarta. Lo metemos al frigorífico, mientras preparamos el resto de la tarta.

Echamos los 400 mililitros de nata montada en una olla y cuando está caliente añadimos el turrón blanco cortado en trocitos, le damos varias vueltas hasta que el turrón blando se deshace por completo, aunque como es lógico quedará alguna almendra.

En un plato batimos los cuatro huevos con el azúcar y una vez que está lista la mezcla del turrón y la nata le añadimos los huevos y el azúcar y le damos varias vueltas para que quede todo bien integrado. Esta mezcla la echamos encima de la base que teníamos reservada en el frigorífico.

Encendemos el horno a 180º y cuando esté caliente metemos la tarta durante 30 minutos, la sacamos y la dejamos enfriar. Mientras tanto en una sartén freímos las almendras con un poco de aceite para decorar la tarta, aunque si queréis podéis emplear otro tipo de decoración como nata o chocolate.

Una vez que las almendras están fritas las colocamos encima de la tarta, en este caso he utilizado unos moldes de mariposa y para que se me pegaran bien las almendras y no se me movieran le he puesto de base un poco de dulce de leche, aunque también podéis utilizar leche condensada.

Una vez que la tarta se haya enfriado la metéis a la nevera hasta el día siguiente y ya está lista para comer.