Precalentar el horno a 180 grados mientras preparamos los papeles para magdalenas en los moldes de silicona. El horno siempre ha de estar bien caliente cuando vayamos a introducir las magdalenas.

En un bol mezclamos los ingredientes secos tamizados: harina, bicarbonato, levadura y pizca de sal. Si está tamizada la harina estará aireada y bien mezclada con todos los ingredientes por lo que los muffins nos subirán más.

Batimos con las varillas la mantequilla fría en dados y el azúcar hasta obtener una masa blanquecina y cremosa. Es importante que la mantequilla esté fría.

A continuación el colorante rojo en pasta. El colorante líquido no tiñe lo suficiente. Solo sirve para teñir líquidos, como un chocolante blanco, por ejemplo. Si utilizamos colorante en pasta y añadimos dos cucharaditas los haremos de color rojo, serán unos red velvet muffins. Si echamos solo una cucharadita serán de color rosa.

Mezclamos los ingredientes secos y las pepitas de chocolate rosa con la mezcla de huevos y leche.

Dejamos enfriar la más en la nevera 30 minutos. Si está fría la masa los muffins tendrán el ansiado copete.

Cuando enfríen completamente espolvoreamos el azúcar glass.

El color rojo, las pepitas rosa y el azúcar glass convertirán vuestras magdalenas en unas preciosas muffins muy vistosas que estarán diciendo cómeme.