Disolvemos la levadura en el agua tibia. Y con la Thermomix, con programa espiga, ponemos 7 minutos con todos los ingredientes en el vaso. Pasado el tiempo, lo ponemos en un bol, lo tapamos con plástico y, lo dejamos levar hasta que doble su tamaño. (TRUCO: meterlo en el horno ya apagado pero precalentado a 50ºC durante 5 minutos).

Una vez la masa levada, dividimos en dos y sin amasar, estiramos con las manos, sobre los platos de pizza, dejando los bordes ligeramente más gorditos.

Repartimos primero una base del tomate frito, espolvoreamos encima el queso rallado, después la salsa pesto y los trocitos de Cabrales.
Horneamos unos 17 minutos a 180ºC, con el horno previamente precalentado.

Repartimos las nueces algo picadas y espolvoreamos ligeramente el orégano y la pimienta molida.

Para la otra pizza: fue el mismo procedimiento, pero sólo la metimos al horno, con la base de tomate y unos tomates cherries partidos por la mitad. Una vez hecha, le pusimos la rúcula, la burrata, el jamón york, los pistachos picados y un poco de ralladura de limón.