Corta la calabaza en cubos pequeños y finos.

Coloca la calabaza en una bandeja de horno y cocínala en el horno con un chorro de aceite a 180 grados durante aproximadamente 20 min (o hasta que la calabaza esté blanda).

Coloca la calabaza sobre un colador y, con la ayuda de un tenedor, exprímela para soltar el agua y aceite internos.

Coloca la calabaza en un bote y bate con una batidora hasta que se forme un puré homogéneo.

Mezcla en un bol el puré de calabaza con la harina (y huevo) y amasa hasta conseguir una masa lisa y elástica.

Deja reposar la masa durante 10 min en la nevera.

Divide la masa en 4 partes iguales que deberás estirar con la ayuda de las manos hasta formar bastones de aproximadamente 3 cm de diámetro.

Corta los bastones con un utensilio afilado para formar los gnocchis.

Cuece los gnocchi en abundante agua con sal.

Una vez lleguen a la superficie, retira los gnocchi y añádelos a una sartén con un poco de mantequilla y aceite calientes.

Una vez estén los gnocchi ligeramente dorados, añade el ajo picado fino, los copos de chile y las setas. Añade una pizca de perejil y salpimienta al gusto.

Una vez las setas estén cocinadas, añade la nata para cocinar y remueve para que la salsa se forme.

Apaga el fuego y ralla abundante queso parmesano por encima de los gnocchis.

Sirve en plato hondo. Añade pimienta negra recién molida y más queso parmesano sobre el plato.