Lo primero ponemos la leche a calentar con la mantequilla para derretirla, con poner minuto y medio al micro debería ser suficiente. Cuando esté, añadimos la levadura fresca.

Mientras, batimos los huevos con el azúcar hasta integrar todo y añadimos la leche con la mantequilla. Removemos bien con la varilla hasta integrar bien.

Vamos añadiendo la harina tamizada poco a poco a la mezcla dando vueltas hasta que quede una masa homogénea. Tapamos con un trapo seco y dejamos reposar 45 minutos.

Pasado el tiempo, encendemos el horno a 220 grados.

Amasamos para quitar aire y gas a la mezcla y dejar una masa fina y hacemos bolitas del tamaño que no guste. Yo no lo hago pero podemos pintar con huevo la superficie y queda más bonito.

Pasados 15 minutos o cuando estén dorados, depende del horno los tenemos listos!!