Lavamos y cortamos el brócoli en trozos. Lo trituramos en un procesador de alimentos hasta tener una mezcla fina. Lo ponemos en un plato o bol y lo hacemos al microondas durante 8 minutos. Una vez hecho, lo sacamos y "secamos" con papel de cocina. Se trata de sacarle todo el líquido sobrante y dejarlo lo más seco posible. Picamos las nueces bien en el procesador de alimentos y mezclamos con el brócoli.

Añadimos sal a la mezcla. Batimos el huevo y aquí es importante, no echar todo el huevo batido a la mezcla, sino solo lo necesario para que se cree una masa consistente, pero que no sea demasiado blanda.

Extendemos la masa encima de papel de horno y horneamos unos 20-30 minutos a 180°C hasta que veamos que se empieza a dorar. El tiempo dependerá de lo húmeda que esté nuestra masa.

Mientras se hace la masa, picamos pimientos y cebolla y hacemos en el microondas por 2 minutos.

Añadimos una capa generosa de mozzarella y metemos al horno de nuevo para gratinar el queso.