Lavar los calabacines, y de cada uno de ellos hacer tres trozos.

Siguiente paso será vaciarlos por dentro dejando un poco en la base para que cuando rellenemos no se nos escape.

Los salpimentaremos y echaremos un poquito de azúcar en cada uno de ellos. El azúcar lo pondremos como si echáramos sal, aunque un poquito más generosos.😜 Reservaremos.

Empezaremos hacer nuestro sofrito. En una sartén pondremos, la cebolla y el puerro a pochar. Añadiremos mientras se pocha un chorrito de vino blanco. Cuando la tengamos ya pochadas, añadiremos los trozos de calabacín que hemos quitado. Lo dejaremos hacer y por último añadiremos los champiñones. Todo ello cortado muy pequeñito tanto los champiñones, como la cebolla, el apio y los trocitos de calabacín.

Cuando ya esté, continuaremos poniendo la chistorra. Previamente la habremos quitado la piel, y la habremos desmenuzado también en trocitos.

Cuando ya lo tengamos todo, rectificaremos de sal y pimienta.

Todo el sofrito lo pondremos en un colador para sacar todo el aceite que ha soltado nuestra chistorra. Dejaremos escurrir por un rato y luego pasaremos a rellenar.

Rellenaremos todos nuestros calabacines, pondremos queso rallado por encima, un trocito de mantequilla y albahaca por encima.

Después de hacer esto lo meteremos en el horno a 180 ° arriba y abajo hasta que se gratine y se haga un poco el calabacín. Nuestra bandeja la dejaremos en la parte de abajo del horno. Así daremos margen al calabacín a qué se haga, sin gratinar tan rápido.

Si deciros, que de esta forma el calabacín queda más al dente. Si os gusta más hecho, os aconsejo que antes de rellenarlo pongáis un ratito el calabacín al horno aunque no mucho para poder rellenarlo bien.

Con esto solo me queda deciros...

¡¡BUEN PROVECHO!!😋😋