Precalentar el horno 220 grados, yo la he cocinado con calor por debajo y aire arriba.
Pelar, lavar y cortar las cebollas por la mitad y luego laminarlas finas.
En una sartén calentar la mantequilla.

Incorporar las cebollas, salpimentar, rehogar hasta que estén tiernas.

Mientras, en un bol batir los huevos hasta espumar.
Incorporar la nata para cocinar, el queso rallado, una pizca de pimienta blanca, una pizca de nuez moscada, pimienta de molinillo y sal.
Mezclar todo.
Reservar.

Cuando la cebolla esté tierna, incorporarla a la mezcla de huevos.
Mezclar todo.
Probar el punto de sal.
Poner la masa en el molde dejando el papel abajo.
Pinchar el fondo de la masa con un tenedor.

Cubrir el fondo de la masa con las lonchas de queso y luego verter la mezcla de huevos y cebolla por encima.
Plegar los bordes de masa restantes levemente hacia adentro para evitar que se quemen.

Cocinar la quiche en el horno precalentado a 220 grados hasta que esté dorada, verificar que esté cocida por debajo.
El tiempo de cocción puede variar dependiendo de la manera de cocinar de vuestro horno personal.
Retirarla del horno, quitar el papel y dejarla reposar sobre una rejilla.
Se puede servir caliente, tibia o fría.