Ponemos a remojar una cucharada de semillas de lino en un vaso de agua toda la noche o unas cuantas horas, con agua caliente se acelera el proceso. Esto es para que el lino suelte el mucílago que hará como de clara de huevo.

Ponemos a cocer el boniato con piel unos diez o quince minutos, hasta que esté blandito.

Mientras se cuece vamos preparando la masa con la almendra, el azúcar y el agua de remojo del lino, que habremos colado. Simplemente unimos el azúcar y la almendra y poco a poco añadimos un poco del agua mientras vamos amasando hasta que tenga la textura adecuada.

La masa resultante la dividiremos en porciones según para qué las vayamos a usar. Yo la dividí en cuatro, tres para los monstruitos y otra para los accesorios. Eso depende de lo que se os ocurra hacer.

Para las calabazas simplemente hay que añadir un poco del boniato cocido y pelado e irlo integrando en la masa poco a poco para que adquiera ese color naranja. Una vez hecha la masa, sólo hay que jugar dándole la forma de calabaza, la boca y los ojos, en el vídeo los hago antes de hornear pero también se puede hacer después y quizás os resulte más fácil. Reservamos.

Para los fantasmas, sacamos porciones y les damos la forma de fantasma, luego mojamos un poco en el agua de lino y rebozamos con coco rallado. Reservamos.

Para hacer los monstruitos redondos, sacamos porciones, damos forma redonda, mojamos en el agua de lino y rebozamos en el pistacho molido. Para los ojos, le hacemos uno huequitos en la parte superior y, con la masa que hemos reservado para los accesorios, hacemos unas bolitas que serán los ojos y que pegaremos con el agua de lino, para las niñas de los ojos usaremos una parte de la masa mezclada con el cacao y haremos lo mismo que con los ojos. Reservamos.

Ahora los hornearemos a 250ºC durante unos cinco minutos.

Una vez horneados terminaremos de darles forma a nuestro gusto, dejad volar nuestra imaginación, poniéndoles bocas, ojos colmillos... lo que se nos ocurra. :D