Lo primero es que el horno esté bien caliente, así que antes de preparar nada, lo ponemos a calentar al máximo.

En un cuenco grande mezclamos la maizena, el azúcar el cola cao, la levadura, el bicarbonato y el pellizquito de sal. Lo mezclamos todo bien. Y hacemos como un volcán.

En el cráter del volcán ponemos el aceite, la vainilla y el agua templada. Y mezclar todo bien hasta que quede una masa. A mí no me gusta usar batidoras ni nada, con un tenedor.

Ponemos la masa en los recipientes de las magdalenas, pueden ser los de silicona, una fuente de magdalenas para hornear... como más nos guste. Cuando todos los espacios están preparados (llenar solo hasta la mitad, porque luego sube y sino se salen del recipiente) ponemos las pepitas de chocolate o los lacasitos triturados. Lo que más os guste.

Hornear unos 20 minutos, hasta que veamos que han subido y están doraditas. Podemos hacer la prueba del palillo. Una vez apagamos el horno NO las sacamos, las dejamos que pierdan calor en las rejillas del horno, las dejamos como 10 o 15 minutos con el horno apagado.

Podemos sacarlas y, ¡Listas para disfrutar!