Aproveche que me sobró masa de los minifiletes, y prepare estás croquetas que no llevan bechamel

Me gusta porque tiene ingredientes sabrosas y me van bien porque mis hermanos no comen verduras.

De puré de patata#batalladecocina#patata

Cuando hablamos de croquetas...pasan por nuestra memoria, un sin fin de recuerdos de la infancia. Pero las más sabrosas siempre fueron las que hacían nuestra madre o abuela. Eran unas croquetas un poco más informales si hablamos de estética, pero en su interior llenas de sabores y cariño. Esta receta de hoy la dedico a ella. Un beso fuerte Mamá.

En estas fechas de navidad, bien nos viene a todas/os tener a mano unas croquetas de marisco, aprovechando lo que aprendí con el amigo Fernando aquí en Cookpad, en la anterior receta sobre "queso de cabra" que publiqué. Os gustará. GXL

A los niños y no tan niños les encantará

Después de días de excesos nos hemos propuesto frenar un poco, así que hoy a medio día he hecho de comer verdura asada y pollo. Todo al horno y sabrosísimo, así que he aprovechado las croquetas.

Este año me he levantado con el pie izquierdo, y ahora sé que soy una de esas detestables pielfina (que tanto aborrezco) —sí, sé que estamos en abril, pero para mí, aún es la cuesta de enero—. Hoy, me ha dado cuenta que hay dos grupos de personas bastante insufribles y a las que ya no sé ponerles buena cara, y son: los “apenaós” (que no tristes) y los “atareaós” (que no ocupados)—sí, con comillas, porque sino, no son los que yo me refiero—. Así, por ejemplo, un “atareaó” a la pregunta: ¿Has visto esta película? ¿Has leído aquel libro? O simplemente, ¿quedamos a cenar? Te responderá siempre con un: “¡Puff! Es que no tengo tiempo”. Tienen tantísimas cosas que hacer, que ni ven, ni escuchan, pero hablan de sus supuestas ocupaciones que los mantienen en el limbo. ¡Al paredón!Por otro lado, el “apenaó” a la pregunta: ¿Qué tal las vacaciones? Responderá: “Bueno…Resulta que he tenido que ir a Japón, un horror. En avión privado…muchísimas horas…En un hotel de lujo con todo pagado…pero horrible...”. Todo esto con esa voz de pena. Están permanentemente en un estado lánguido de: “ayy” sin motivo ni razón aparente. ¡Al paredón! Que la pena es una cosa muy seria; hay que administrarla con criterio, y uno tiene que estar triste con motivo… Y no porque sí.Consejo: huid de ellos, porque cuando estéis tristes con motivo, ellos encontrarán un motivo mejor para que su pena sea mayor, y cuando necesitéis compañía, estarán demasiado ocupados para dárosla.—SEMANA3—#DelantalCookpad2025

La receta original es con atún pero quise probar con bacalao y quedaron ricas (teniendo en cuenta que no me gusta el bacalao, estas croquetas me gustan)

Ya sabéis que tengo un grado de melomanía algo elevado (sí, hay que ser conscientes de lo que se peca, pero es que, en realidad, hay pocas cosas tan buenas, como una velada con nuestra OSG y después, unas copas con los que más quieres). Pero hay algunas “ritmos” que no me gustan, y no hablo del reguetón —que eso ni siquiera tiene mención aparte— sino de la música que ponen en los ascensores, parkings y salas de dentista (¿podría llegar a considerarse una categoría musical?)…. Sí, como habréis averiguado, hoy he hecho ruta intensiva por todos esos lugares …. Y ¡Virgen Santa! Que horror de música, nunca he sido mucho de Clayderman —aunque el piano me enamora desde pequeña—, ni tampoco de Kenny G —aunque el saxofón me resulta fascinante—, no entiendo el empeño de la sinrazón del usar de manera continua y constante esa musiquilla que se te mete por dentro, que te pone de los nervios y casi te quita las ganas de seguir viviendo….. en fin, creo que mejor dejo el tema, porque sino romperé amistades.#DelantalGlobal2024 + #cocinademercado

En la preparación de las croquetas, si la préstamos mucho quitamos mucha leche y quedan más secas y si no apretamos mucho quedan por dentro más jugosas.