Desmenuzamos los ingredientes, como si fueramos a hacer masa de croquetas.

Para la masa de los pimientos de piquillo:
En una sartén:
Pochamos la cebolla, el perejil, una pizca de sal y pimienta (la cebolla la suelo rallar porque en mi casa no les gusta la textura, pero el sabor es increible).

Echamos los ingredientes elegidos. Una cucharada de harina. Lo removemos todo en la sartén para que no se hagan grumos.

Echamos la leche fría, vamos removiendo hasta que la bechamel tenga una consistencia algo más ligera que la de las croquetas.

No debe de quedar tan compacta.

Esperamos a que se enfríe un poco la masa porque luego hay que ir introduciéndola con una cucharita de desayuno y rellenar los pimientos uno a uno.

Los rellenamos los pimientos de piquillo uno a uno con una cucharita de café con cuidado de que no se rompan y por encima le vertimos esta salsa..

Para la salsa de tomate:
En un recipiente aparte, mezclamos el tomate, la nata líquida y el jugo del bote de los pimientos de piquillo para que tenga mejor sabor esa salsa,

El horno precalentado a 150º durante 20'

Como guarnición un poco de arroz blanco