En una olla pequeña calentar el agua con la leche a 43 grados C - 110 grados F. o que esté tibia. No más que eso, porque si no cuando agregue la levadura, la bacteria que hace subir la levadura se morirá. Cuando retire la olla del fuego recuerde que el metal todavía está caliente y la temperatura del agua con la leche continuará subiendo un poco.

En un recipiente redondo o un procesador, harina, levadura, sal y 4 cucharaditas de azúcar.

A la mezcla de la harina, agregar la mezcla del líquido y amasar hasta que no esté más pegajoso. Agregar un poquito de agua tibia con los dedos si es que la masa queda muy seca. Debe quedar una masa suave, pero sin que se pegue a la mesa de preparación cuando esté amasando.

Dejar la masa en el recipiente y cubrir con plástico de envolver comida y dejar que esta fermente y quede doble en tamaño. Aproximadamente 1 hora. Recuerde que en verano por las altas temperaturas, la fermentación de la masa es más rápida que en invierno, otoño o primavera. Siempre deje fermentar la masa hasta que esta se doble en volumen.

Una vez fermentada la masa empújela para desinflarla.
Con la masa formar 10 bolitas del mismo tamaño.

Encima de la mesa de preparación aplastar un poco las bolitas masas y hacer un hoyo en el centro.

Poner momentáneamente las roscas en una bandeja de hornear.
Cubrir la bandeja con plástico de envolver comida.
Dejar fermentar las roscas por 1 hora, o más tiempo, hasta que doblen en tamaño.

En una olla ancha hervir agua y ponerle las 2 cucharitas restantes de azúcar.
Cocinar los Bagels o roscas de a 3 al mismo tiempo, en el agua hirviendo, solamente 30 segundos por lado.

Con una espátula que tenga perforaciones sacarlas del agua dejando a escurrir y ponerlas devuelta en la bandeja de hornear.

En un pocillo, batir la clara con la cucharadita de agua y con una brocha de cocina pintar la la parte superior de los Bagels o roscas.

Precalentar el horno a 210 grados C - 410 grados F y cocinar los Bagels por aproximadamente 25 minutos, hasta que estos queden dorados.