Cortamos la pechuga en daditos pequeños (la mía sobró de la noche anterior) la salteamos en una sartén con un chorrito de AOVE, una pizca de sal, una pizca de pimentón dulce y orégano. Cortamos la manzana en lajitas muy finas. Volcamos el contenido del bote de requesón en un plato y mezclamos con la sal u el ajo en polvo al gusto. Una vez lo tengamos lo mezclamos con la pechuga que ya estará cocinada. Al ser poca cantidad y un tamaño pequeño en 10 minutos la tenemos lista.

Ahora cortamos el queso tierno en cubitos pequeños (de una cuña de queso viene siendo el grosor de un dedo 👇🏽) y el bacon en tiras también pequeñas. Cuánto más pequeñito esté todo cortado mejor, así nos será más fácil cerrar la masa. Pre-calentamos el horno a 180° durante 10 minutos. (Mientras vamos rellenado nuestros sombreritos👒)

Estiramos las láminas de una en una y con un cortador de masa (yo he utilizado uno redondo) vamos haciendo círculos hasta acabar con la superficie de masa. Vamos rellenando una pieza redonda de y colocamos otra pieza encima, pisamos los bordes con un tenedor para sellarlas. La masa sobrante la estiramos con un rodillo y seguimos haciendo círculos (o echáis la imaginación a volar y experimentáis con otras formas para rellenar 💡...) Recordad! Aquí no se tira nada😁🤭