Vamos a empezar con las albóndigas, para ello agrupamos todos los ingredientes. Con una picadora vamos a triturar las gambas y la merluza.

En un bol amplio echamos la merluza y las gambas trituradas, las pizcas de jamón serrano, la rebanada de pan desmigada y el chorrito de leche. Mezclamos bien.

Agregamos el perejil, la sal, el ajo en polvo y la pimienta y volvemos a mezclar. Incorporamos el huevo batido y mezclamos hasta que esté todo bien integrado. Si veis que os queda una masa un poquito líquida agregad un poquito de pan rallado. Tapamos con papel film y dejamos reposar en la nevera unos 30 minutos.

Pasada la media hora, sacamos la masa de la nevera y con las manos vamos cogiendo porciones de la masa, le damos forma redondeada y las pasamos por harina. Cuando tengamos todas nuestras albóndigas hechas las freímos en una sartén con abundante aceite de oliva, aproximadamente un minuto por cada lado o hasta que esté doradas. Las sacamos y las ponemos en un plato cubierto con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite y reservamos.

Ponemos una cazuela al fuego con un chorrito generoso de aceite y cuando esté caliente echamos las cebolletas junto con el ajo en polvo y la sal. Dejamos pochar a fuego medio unos 10 minutos. Agregamos la harina y cocinamos hasta que no queden restos de harina cruda. Vertemos el vino blanco y cocinamos a fuego alto un par de minutos para que se evapore el alcohol.

Añadimos el caldo de pescado y dejamos a fuego medio un par de minutos. Agregamos el perejil y cocinamos a fuego medio-lento 10 minutos. Retiramos del fuego y trituramos.

Volvemos a llevar nuestra salsa al fuego y cocinamos un par de minutos a fuego medio. Agregamos las patatas y cocinamos durante 5 minutos. Incorporamos las albóndigas que teníamos reservadas y dejamos que se haga todo junto a fuego medio-lento unos 40 minutos, hasta que las patatas esté.

Ya tenemos nuestras albóndigas listas, bien calentitas y con un poquito de pan para mojar es una delicia. Espero que os guste.