Empezaremos haciendo la base. Trituraremos las galletas y las mezclamos con la mantequilla derretida. Cuando esté bien mezclado lo vertemos en el fondo del molde y lo prensamos bien con ayuda de una cuchara.

Ahora empezaremos a preparar las capas, primero la de chocolate negro, luego con leche y por último blanco. Es el mismo proceso para las tres, solo hay que cambiar el chocolate.

Ponemos en un cazo los 200 ml de nata y la mitad de la leche (100 ml). En la otra mitad disolveremos el sobre de cuajada.

Cuando la nata y leche ya estén calientes añadimos el chocolate. Cuando esté bien integrado agregamos el resto de la leche con la cuajada.

Seguimos removiendo hasta llevar a ebullición. Sacamos el molde de la nevera y vertemos la mezcla.

Volvemos a meter en la nevera y mientras se endurece hacemos la segunda capa con el mismo proceso. Y lo mismo haremos con la tercera. Es muy laborioso pero creedme que merece la pena, os dejo unas fotos para que veáis lo bonita que queda.