En una sartén grande, donde prepararemos todo el relleno, freímos el par de ajos con un poco de aceite de oliva

Reservamos en un mortero junto con unos granos de pimienta

Picamos muy finas, la cebolla, el puerro, la zanahoria y la berenjena. Sofreímos todas estas verduras con un poco de aceite de oliva.

Conviene taparlas durante el principio y hacerlas a fuego lento para que se enternezcan sin quemarse y luego retirar la tapa hasta que pierdan casi toda el agua.

Añadimos la carne picada...

...e inmediatamente añadiremos los ajos machacados junto con los granos de pimienta a los que en el mortero habremos añadido el vaso de vino fino.

Cocinaremos a fuego lento hasta que se haya perdido casi todo el líquido, con esto evitaremos que el relleno no sea consistente.

Añadiremos el tomate frito y especiamos con un poco de orégano. Yo uso también un poco de sazonador de espaguetis que le da un sabor muy bueno. Corregimos de sal si es necesario.

Ponemos las placas de lasagna a remojo con agua caliente.

Una vez blandas las placas comenzamos a montar la lasagna, primero poniendo un poco de bechamel en la rustidera para que las placas no se peguen.

Añadimos capas de pasta y relleno, terminando con una de pasta.

Cubrimos con la salsa bechamel.

Espolvoreamos el queso rallado. Yo uso un semicurado manchego en lugar del típico italiano porque le da más sabor, pero podéis usar cualquiera que os guste gratinar. Gratinamos en el horno durante 10 min. Temperatura 200 grados.

Buen provecho.