Preparamos todos los ingredientes. Molde a usar redondo, desmontable, 24 cm. de diámetro, base con papel de hornear, todo el contorno engrasado y enharinado.

Precalentamos el horno a 180 grados calor arriba y abajo. Lavar los calabacines, secarlos, quitar los dos extremos y cortarlos en trocitos medianos. Cortar la cebolla en juliana. En una sartén ponemos aceite, cuando se caliente poner la cebolla y dejar que se ponga un poquito blanda, añadir el calabacín y salar.

Mezclar todo muy bien y dejar que el calabacín se ponga blandito, retirar del fuego y reservar

En un bol ponemos la harina, la levadura, el queso en polvo, la sal, mezclar todo muy bien, añadir el huevo batido e ir mezclando con pala de cocina, añadir el aceite y seguir mezclando con la pala

Cuando esté todo incorporado, empezamos a mezclar con las manos, tirando pellizcos a la masa hasta conseguir una mezcla arenosa. Poner la 1/2 de la masa en el molde, aplastar muy bien con las manos, subir levemente por el contorno del molde

Poner los calabacines dentro del molde, repartir bien, cubrir los calabacines con el queso mozzarella. Poner el resto de masa por toda la superficie

Aplastar ligeramente con las manos, apretar muy bien todo el contorno. Meter en el horno durante 40’. Pasado el tiempo este es su aspecto

Sacar del horno y dejar enfriar 20’ antes de desmoldar.