Trituramos las galletas, hasta que quede polvo. Añadimos la mantequilla derretida y mezclamos bien con la ayuda de un tenedor.

Esa cantidad da perfectamente para un molde de unos 27 cm de diámetro, pero recordar que tiene que ser alto para las siguientes capas de relleno y cobertura. Y como para cada problema hay una solución, si os pasa como a mi, que era bajito el molde, la solución es utilizar una bandeja de cristal, tan solo hay que añadir al fondo papel de cocina (vegetal), para que podamos desmoldarlo sin problema. Y lo metemos en la nevera.

Montamos la nata y la reservamos. Calentamos la leche muy poquito.
En un bol colocamos los yogures (si son azucarados mejor, sino le añadimos 3 Cdas. De azúcar), añadimos la gelatina y mezclamos bien para que integre. A continuación. Añadimos la nata montada y mezclamos con movimientos envolventes, hasta mezclar bien.

Sacamos de la nevera el molde con galleta y le añadimos esta mezcla anterior. Alisamos bien y vuelta a la nevera.