Y es hora de la música que inspira alegría, para hacer de estos brownies motivo de sonrisas (que espero sean mucha) Batimos a velocidad media el huevo cuando tome apariencia de agua jabonoso, poco a poco añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que aclare el color del huevo, lo reservamos tapadito con un trapo seco y limpio.

En un recipiente aparte tamizamos el harina, junto con el polvo para hornear, el azúcar y la cocoa, no olviden la pizca de sal. Integran todo súper bien y vamos añadiendo la leche, el extracto de vainilla y mezclamos hasta deshacer los grumitos que se lleguen a formar.

Sin olvidar haber puesto a baño maría nuestra mantequilla o de 10 en 10 segundos en el horno de microondas para derretirla, le agregamos el dulce de leche y movemos, movemos hasta integrar y ver un poquito más líquido el dulce. Poco a poco y con ayuda de una palita o lo que mejor les acomode, vamos agregando la mantequilla con el dulce, hasta que todo esté bien integrado.

Destapamos el huevo y poco a poco vamos agregandolo a nuestra mezcla con movimientos envolventes hasta que esté bien integrado. En un molde previamente engrasado y en harinado vaciamos esa delicia sin el kilo de azúcar y con leche 😅 para irse al horno previamente calentado 180° por 45 minutos o hasta que al pincharlo con un palillo o tenedor esté salga limpió.

Ya listo lo sacamos y dejamos enfriar, podrán notar que no tendrán que pagarle a nadie una dentadura postiza 😅 ni endulzar su café por una semana como lo hizo mi esposo con mis terrones de azúcar que me salieron aquella primer vez 😝. Espero que les guste y se diviertan preparando armas mortales llenas de cariño, recordando no darse por vencidos aún que le rompan la muela a alguien sin más a COOMEEER!!!!