Nuestro primer paso es hacer el calabacín en láminas muy finas, pero haciendo que en el corte se vea un poco la rayita verde de la piel. El corazón lo desecharemos, lo podemos reutilizar para un caldo de verduras o un puré de calabacín

Ahora vamos a formar las rosas de calabacín y jamón serrano. Para ello vamos a extender una o dos tiras de calabacín y vamos a colocar encima unas tiras de jamón serrano de la misma longitud que la lámina de calabacín. Ahora lo enrollamos sobre sí mismo en forma de rollito.

Volveremos a extender otras tiras de calabacín y serrano y colocaremos el rollito en un extremo, así volveremos a enrollarlo para hacer la rosa más grande. Continuaremos así hasta hacer la rosa del tamaño deseado.

De esta manera iremos formando las rosas, tantas rosas como tartaletas deseemos hacer

Ahora vamos a sacar el hojaldre, hay que cortar círculos con el ayuda de un cortapastas y colocarlos en una bandeja de cupcakes, ligeramente aceitadas.

Una vez colocaladas las bases en los moldes, agregar un poco de queso rallado en la base y colocar en el centro de cada tartaleta una rosa de calabacín y jamón.

Ya solo nos queda el relleno, así que mientras lo preparamos y se precalienta el horno, meter la bandeja en la nevera para que la masa de hojaldre esté bien fría y así quede una base bien crocante.

Mezclar en un bol los huevos, con la nata para cocinar o crema de leche, un buen puñado de queso rallado y una pizca de pimienta. Batir bien todo y acregar un poco de la mezcla en cada tartaleta con la ayuda de una cuchara.

El relleno se ha de poner solo en los huecos, procurando no cubrir la flor pues sino quedará cubrirá y no se apreciará. Por último, antes de hornear, rociar cada tartaleta con un chorrito de aceite de oliva