Pica la cebolla tierna, corta el calabacín a dados de 1 cm de lado más o menos. Pon el aceite de Oliva virgen en una sartén, caliéntalo y pon la cebolla tierna picada y el calabacín con un poquito de sal a fuego bajo y tapa la sartén para que no se pierda la humedad de los productos y ve moviendo de vez en cuando para que no se quemen.

Quita la piel de la morcilla de arroz y pícala fina. He usado morcilla de arroz tipo murciano (es como la de cebolla en cuanto a tamaño pero es más seca y con arroz cocido y seco) pero también podemos utilizar la de Burgos cortando una buena porción de aproximadamente unos 3 cm de grueso.

Cuando están pochadas la cebolla y el calabacín añadimos la morcilla picada y cocinamos menos de un minuto, lo suficiente para que se suavice la grasa de la morcilla y se suelte bien después en la mezcla con el huevo.

En la sartén anterior añadimos unas gotas de aceite de Oliva y ponemos la mezcla del huevo con cebolla tierna, calabacín y morcilla y cuajamos la tortilla como estemos habituados a hacerla. Ya depende de gustos que se quede más o menos crudo el huevo. Cuando esté por un lado le damos la vuelta con un plato para volver a ponerla en la sartén por el otro lado que cuajamos también.

Retiramos y......a disfrutar.