Pelar las berenjenas y cortarlas a rodajas a lo ancho, de unos 0,50 cm. de espesor. Las vas poniendo por capas en una fuente onda, echando un poco de sal en cada capa. Las dejas así durante una hora aproximadamente, moviéndolas de vez en cuando, así verás que van soltando su agua.

Coges la sartén y le pones el aceite a calentar. Cuando esté caliente, se frien las rodajas de berenjenas por tandas, para que te queden cocidas por dentro y doradas por fuera.

Las vas sacando y dejando en una escurridera o colador grande.

En un cazo pones el agua a calentar y la pastilla de caldo de carne, hasta que se disuelva completamente la pastilla, quedandote un caldo y reservar.

En otra sartén, pones la mantequilla y la derrites.

Añades la harina, les das vueltas rápidas con la cuchara de madera o varillas.

Poco a poco, vas añadiendo el caldo y sigues removiendo, una vez todo echado, lo dejas cocer unos 8 minutos (bechamel). No salarlo, pues las pastillas llevan su sal.

Coges la fuente honda de porcelana, de barro,...resistente al horno. Pones en la fuente una primera capa de berenjenas.

Luego la cubres de bechamel, luego otras capa de berenjenas y el resto de bechamel por encima.

Espolvorear con el queso rallado toda la superficie de la fuente.

Itroducir en el horno (precalentado) durante unos 12- 15 minutos (no recuerdo exactamente), cuando veas una capa dorada, la sacas.

Recién sacada del horno.

Emplatar.