La noche anterior ponemos los garbanzos en remojo.

Pelamos los langostinos en crudo y cocemos las cáscaras y las cabezas, cubrimos con agua y cocinamos durante 15 minutos. Transcurrido el tiempo con un cucharón, aplastamos las cabezas de las gambas para extraer todo su jugo. Escurrimos en un colador y reservamos el caldo.

En una olla ponemos los garbanzos, el caldo de los langostinos y un poco más de agua (sólo para cubrir y un dedo más), la hoja de laurel y la cabeza de ajo partida por la mitad y cocinamos hasta que los garbanzos estén tiernos.
En una sartén hacemos un sofrito con la cebolla, el tomate, el pimiento, todo junto a fuego medio y un buen chorro de aceite de oliva, hasta que la verdura esté tierna. Por último ponemos sal, pimienta y una cucharada de pimentón, removemos y retiramos del fuego.

Una vez que los garbanzos están tiernos, se incorporan las verduras a la cazuela y se deja cocinar durante 5 minutos más. Por último añadimos los langostinos, cocinamos 1 minuto más y a la mesa!!!