El día anterior a la preparación del dulce, mezclamos la masa de pan con 250 gr de harina y la levadura diluida en media taza de agua tibia. Trabajamos la masa y dejamos levar hasta el día siguiente.

Comenzamos la receta mezclando todas las especias con las nueces, almendras (reservamos 4/5 nueces y almendras)y frutas picadas. Del mismo modo, disolvemos el bicarbonato en el vino.

También, fundimos la mantequilla y la manteca con la miel y mezclamos bien. Por último, rallamos la piel de las naranjas y las exprimimos. Reservamos.

Para a masa, colocamos la harina y el azúcar en un cuenco grande y lo mezclamos bien. Formamos un hueco en el centro e incorporamos la masa que teníamos fermentando desde el día anterior. Amasamos bien, hasta conseguir una masa homogénea y lisa.

Vamos añadiendo la mezcla de miel, poco a poco, integrando bien con la masa antes de añadir más cantidad.

Incorporamos los frutos secos y las frutas, el vino, el zumo y ralladura de la naranja y, el aguardiente. Amasamos hasta conseguir una masa compacta, de textura firme y nada pegajosa.

Tapamos la masa con un paño y, la guardamos en un lugar donde no haya corrientes. (lo ideal sería dentro del horno o microondas). Dejamos reposar durante 48 horas.

Pasados los dos días, amasamos de nuevo el "bolo" y le damos forma (podemos hacer uno grande o 2/3 de tamaño normal para 6/8 personas cada uno).

Pincelamos el "bolo" con mantequilla fundida, adornamos con las nueces y almendras que teníamos reservadas y, llevamos al horno que tendremos precalentado a 180º. Dejamos cocinar durante unos 50/60 minutos.

Pasado este tiempo el dulce debe de estar bien cocido por lo que, lo retiramos del horno y dejamos enfriar por completo.

Envolvemos el "bolo" en papel vegetal (papel de horno) y. lo guardamos en un caja de lata o recipiente con cierre hermético y, aquí se conservará durante un año sin problema.