Ponemos una cazuela al fuego con un chorrito de aceite y cuando esté caliente echamos la cebolla morada junto con un poquito de sal y el ajo en polvo y dejamos pochar a fuego medio-lento 10 minutos. Agregamos las zanahorias y rehogamos 5 minutos.

Salpimentamos las mollejas y las agregamos a la cazuela, las salteamos a fuego medio-alto hasta que cojan color, unos 5 minutos.

Incorporamos la salsa de tomate, el orégano y la pastilla de caldo desmigada, removemos y cocinamos a fuego medio-lento 10 minutos. Agregamos las guindillas molidas, mezclamos y dejamos al fuego un par de minutos.

Mientras se hace todo, pelamos las patatas y las troceamos el dados grandes, las agregamos al resto de ingredientes, removemos y dejamos al fuego 5 minutos. Vertemos 200 ml de agua y dejamos que se haga todo junto a fuego medio-lento durante 40 minutos o hasta que las patatas estén tiernas. Si vemos que se va quedando sin agua, agregamos un poquito más.

Ya tenemos nuestras mollejas listas, servimos bien calientes y las acompañamos con un buen pan para aprovechar la salsa. Espero que os guste!!!

Consejo: si os sobra algo, aprovechar para hacer un arroz.

¿Cómo limpiar las mollejas? Tal y como compramos las mollejas, las ponemos en un bol con agua fría y dejamos dos horas, iremos cambiando el agua cada media hora. Pasadas las dos horas echamos un chorrito de vinagre y dejamos las mollejas con agua y vinagre 30 minutos. Finalmente las aclaramos bien, las secamos con papel de cocina y listas para cocinar.