Camisamos el molde con papel vegetal en el fondo y el lateral.

Picamos en la picadora los melindros con la cebolla.

Guardamos en el congelador mientras hacemos la masa. Precalentamos el horno a 170°.

En un bol mezclamos los huevos con el azúcar. Se trata de mezclar los ingredientes, no batirlos para que no incorpore mucho aire.

Después añadimos los quesos y mezclamos hasta homogeneizar.

Por último añadimos la nata y la maicena.

Ponemos la masa en el molde y horneamos. Se tiene que dorar pero quedar como un flan que se mueva aún un poco.

Dejamos enfriar del todo. Filmamos y guardamos en la nevera antes de servir. Mínimo unas 4 horas o mejor de un día para otro.

A la hora de emplatar espolvoree un poco de la mezcla de la base por encima.