La zanahoria la pelamos, la cortamos a cudraditos y la ponemos a hervir hasta que la veamos casi hecha, no tiene que quedar muy blanda, la colamos y la reservamos.

Lo mejor para hacer estos salteados asiáticos es un wok, yo lo tengo y lo uso mucho, si no lo tenéis lo sustituis por una sartén amplia. Ponemos aceite a vuestro gusto, el aceite más utilizado en este tipo de recetas es el vegetal pero yo como amante que soy de un buen aceite de oliva virgen extra lo uso también en mis recetas de arroz frito, a mi me gusta más. Para todo el salteado el fuego fuerte con el aceite bien caliente y removiendo constantemente.

Lo primero batir los huevos y echarlos al wok rompiéndolos en trocitos a la vez que removemos hasta que los veamos cuajados.

Es el momento de añadir los ajos pelados y muy picados, que luego no nos los encontremos, sólo queremos que nos dé sabor, yo los trituro con un triturador especial de ajos que los deja tipo puré, si no lo tenéis, picadlos lo más fino que podáis. En el momento de agregar los ajos también agregaremos la cebolleta previamente pelada y picada a cuadritos, la cebolleta se agradece encontrarla en el plato.

Seguimos removiendo para que los ajos y la cebolleta se integren entre el huevo y se vayan haciendo.

Agregamos el arroz (ya cocido al estilo para hacer arroz frito, el modo de cocerlo correctamente en este enlace) y lo saltemos con el resto de ingredientes 1 minuto mezclándolo todo bien. El arroz se termina de cocinar en todo este proceso de salteado al ir añadiendo los diferentes ingredientes y queda en su punto exacto de cocción, incluso para comerlo en otro momento sin que se haya pasado, en caso de que nos sobre.

Añadimos al wok las gambas, el jamón dulce cortado a cuadraditos, la zanahoria reservada, la salsa de soja y removemos un par de minutos para mezclar los nuevos ingredientes y que se cocinen las gambas.

Probamos y salpimentamos al gusto. Le damos un par de vueltas más y ya estará listo. Verdaderamente delicioso, no dejéis de hacerlo en casa, os encantará!