Engrasar el molde con margarina y espolvorearle harina, retirar los excesos. Batir huevos y azúcar por 8 minutos hasta triplicar el volumen, al final la esencia. Luego agregar harina, maicena y polvo de hornear cernidos en tres partes mezclando manualmente de forma envolvente. Hornear por 30 a 35 minutos a 180º.

Mezclar las tres leches y llevar a fuego muy lento hasta llegar a un hervor moviendo con cucharón para que no se queme. Verter el contenido en una jarrita y completar con almíbar hasta llegar a los 600 o 650 ml. Poner 1 o 2 bolsas abiertas en el molde pero que cubra la totalidad de este y colocar hasta el fondo el disco superior de bizcochuelo. Bañar con la mitad de la mezcla líquida.

Mezclar el manjar con un poco de pulpa de lúcuma y aplicarlo al bizcochuelo, ponemos el siguiente disco y terminamos de bañar con todo lo que queda del líquido. Cerramos la bolsa cubriendo todo el bizcochuelo y refrigeramos hasta el día siguiente.

Batir el chantilly hasta llegar a su punto, agregamos el resto de pulpa y mezclamos con espátula. Desmoldamos el bizcochuelo sobre un plato con borde.

Para la decoración usaré las boquillas 6B y 580, también un peine con diseño.

Primero bañamos la totalidad de la torta tratando de dejarla lo más lisa posible y con una capa generosa de crema, pasamos el peine por los lados y con la espátula de baño nivelamos los excesos que se formarán en la parte superior. Con la boquilla 6B hacer unos picos alrededor del borde, luego espolvorear la canela haciendo un círculo.

Con la boquilla 580 dibujamos un remolino al centro y colocamos el kiwi picado y un marrasquino. Usamos los fideos de chocolate para decorar el borde inferior de la torta.