En un bol ponemos todos los ingredientes de las albóndigas, y amasamos hasta que nos salga una masa uniforme. Si el pan rallado es poco, se puede ir añadiendo al gusto. Después hacemos las albóndigas en pequeñas bolitas.

A continuación preparamos la salsa. Ponemos, en fuego mediano, la mantequilla y cuando esté derretida añadimos el pimiento cortado en cuadrados pequeños. Cuando estén rehogados ponemos la harina y removemos con una cuchara unos dos minutos para que no se pegue. A continuación añadimos el caldo de carne (si no tenemos, podemos disolver una pastilla de avecrem en dos tazas agua caliente).

Cuando todo esté hirviendo y espesando, añadimos la nata y mezclamos. Ponemos las albóndigas, y cocinamos unos 10 minutos aproximadamente. Para que la salsa quede más cremosa, podemos añadirle un poco del queso rallado (o queso tipo Philadelphia). Rectificamos de sal, y la añadimos si fuese necesario

Precalentamos el horno a 200º, e introducimos la bandeja durante 10 minutos aproximadamente (hasta que el queso esté gratinado). Este plato se puede acompañar de patatas fritas, pasta, arroz, ensalada...