Una vez frío el aceite se lo añadimos a la mezcla de harina, junto con los huevos batidos y la nata y amasamos todo.

Amasamos, si vemos que esta tierno le podemos ir añadiendo más harina hasta que la veamos que no se pegue nada y se quede el rosco que no se parte.

Cogemos un trocito de masa y la estiramos, formamos un círculo y estrujamos las puntas con los dedos, vamos poniendo en la bandeja de horno en el papel vegetal.

Precalentamos horno arriba y abajo a 220º, y vamos metiendo tandas y cuando lo veamos por abajo echo y por arriba tostadito vamos sacando, se quedan tiernos cuando lo sacamos pero no pasa nada, cuando se enfrían se endurecen.