En un sartén pon el aceite a calentar y echa la cebolla y la mitad del pimiento y sofríe (a fuego medio) hasta que la cebolla esté amarillenta y el pimiento suavecito. Revuelve de vez en cuando y echa un poco de sal.

Corta los jitomates ya pelados en cubos y échalos al sofrito. Revuelve de vez en cuando.

Después de lavarlos y quitarles la colita, corta los chiles a lo largo dos veces y luego en rodajas para que queden cuartitos. Yo usé 6 y no me picó, solo logré un saborcito a chile, pero como mucho picante y es gusto de cada quien. Puedes ir echándole al tanteo según sientas que pican. Igual los demás ingredientes ayudan a aminorar bastante el picante. Después de cortar, échalos al sofrito y mueve.

Cuando esté todo incorporado en el sofrito, echa la piña troceada y lo que sobró de pimiento y mueve hasta que el nuevo pimiento se camufle.

Rectifica la sal y, opcionalmente, echa los quelites previamente lavados y sin ramitas (sólo las hojas porque los tallos son muy amargos). Deja que todo se incorpore bien y que el jitomate y la piña suelten juguito. Revuelve y tapa unos 10 minutos a fuego bajo para que todos los sabores se mezclen. No dejes que se seque.