De niña creía que cocinar era complicado, con el paso del tiempo me di cuenta que era como magia. Me encanta guiarme con recetas que me comparten. Tengo guardadas algunas de mi madre, de mis abuelas, de amigos en una carpeta. Pero sobretodo las llevo guardadas en mi corazón. El ingrediente secreto de cada preparación son los polvitos mágicos que le pone mi madre: mucho amor.