Picamos muy finas las escalonias y el diente de ajo y lo pochamos a fuego suave con la c.p. de mantequilla.

En un cazo ponemos a calentar el fondo de pescado porque lo necesitamos caliente en la preparación. Agregamos en él las hebras de azafrán.

Picamos la calabaza en daditos muy pequeños y cuando las escalonias estén pochadas los agregamos junto con el arroz.

Removemos unos 2 minutos para anacarar el arroz.

Añadimos el vino blanco y removemos suavemente hasta que se evapore.

Ahora se trata de ir añadiendo cucharón a cucharón el fondo de pescado removiendo continuamente. Es decir, añadimos un cucharón de fondo y hasta que no se consuma, no añadimos otro. Así hasta que el arroz esté hecho y sin dejar de remover para que suelte el almidón y así tener la textura cremosa. Aproximadamente serán unos 17-20 minutos.

Cogeremos un poco del bacalao y lo picaremos bien pequeñito para añadirlo al arroz cuando esté casi listo. Esto le dará más sabor.

Pondremos los trozos de bacalao salpimientados y con un poco se aceite reservados en un plato. Pondremis una sartén antiadherente a calentar bien.

Una vez el arroz esté listo, apartamos del fuego y añadimos el parmesano y la nuez de mantequilla a daditos y removemos para homogeneizar.

Ponemos los trozos de bacalao con la piel hacia abajo en la sartén bien caliente y dejamos que se dore. Esto dependerá del grosor de los trozos. Después le damos la vuelta para hacerlo del otro lado.

Emplatamos con el risotto en el plato y un trozo de bacalao encima y espolvoreamos con perejil picado o cebollino.