Lo primero que haremos es pelar las manzanas y cortarlas en trocitos, luego ponemos una sartén al fuego y colocamos las manzanas, vertemos el azúcar, el jugo de limón y la canela y cocinamos de 8 a 10 minutos. Una vez cocidas reservamos, hasta que enfríe.

En un bol ponemos la harina, el polvo de hornear, la pizca de sal, el azúcar, la manteca cortada en cubos, y el huevo batido y la esencia de vainilla. Presionamos con un pisapapas para que se integre y no con las manos para no darle calor. Cuando todavía quedan trozos grandes de manteca ahí si utilizamos las manos restregando la harina con los trocitos de manteca hasta lograr un arenado.

Luego en un molde, yo lo hice en una fuente de vidrio para horno, untamos con manteca, o spray vegetal. Colocamos la masa y con las manos vamos presionando y llevando hacia los costados, vertemos las manzanas sobre la masa repartiendo bien por todo el molde, con la masa restante cubrimos bien la superficie.

Y llevamos a horno precalentado 180° durante unos 40 a 50 minutos, el mío estuvo justo en 45 minutos, una vez cocido y dorado retiramos del horno y dejamos enfriar, luego desmoldamos con cuidado, para ver mejor como ha quedado. Quedó perfecto, riquísima, una delicia, me encantó y a disfrutar. Así quedó. Exquisita!!!❤