Solomillo Wellington

Vamos a cortar el solomillo en dos partes y quitaremos las puntas que quedan más secas. Con estas dos partes vamos a hacer dos raciones individuales. Lo primero que haremos será salpimentar y echar un poco de mantequilla en una sartén para sellar la carne por todos lados. Reservamos.

En segundo lugar lo que vamos a hacer es laminar los champiñones y cortar la cebolla en brunoise. Podéis utilizar la variedad de champiñones que queráis, yo en mi caso he utilizado la variedad Portobello. A continuación pondremos en una sartén la mantequilla y pasaremos a pochar ambas verduras.

Cuando estén cocinadas sazonamos y echamos una copa de coñac qué dejaremos reducir. Con la batidora trituraremos las verduras.

Es el momento de enrollar el solomillo. Pondremos en un film transparente unas lonchas de bacon y sobre ellas el solomillo. A continuación una cucharadita de mostaza Dijon que repartiremos por encima de la carne y la mezcla de verduras trituradas a su alrededor. Podéis ver la foto.

Podemos hacerle unas marcas o utilizar hojaldre que nos haya sobrado para hacerle algún dibujo. volvemos a guardar el paquetito en el frigorífico durante 15 minutos para que el hojaldre esté bien frío y se cociné muy bien. Pasado este tiempo y con el horno precalentado a 180° lo horneamos durante 20 minutos en la segunda ranura del horno.

Y así es como nos quedaría nuestro solomillo Wellington perfecto. Bon appétit. Espero que os animéis a prepararlo pronto. Cómo podéis ver en la foto la carne queda en su punto y está muy jugosa no queda nada seco.