En primer lugar  tamizamos la harina con un colador o un tamizador. Este paso es importante para que la consistencia de las galletas sea mejor, se tarda poco y el resultado vale la pena.

Una vez tamizada la  harina,  mezclamos los ingredientes secos. Esto es: la harina,el polvo de hornear, y la sal, (el azúcar aún no). Batimos la mantequilla con el azúcar glas con una batidora eléctrica hasta que logremos una crema suave. A continuación agregamos el aroma de vainilla y la ralladura de naranja. Mezclar todo e incorporar los arándanos, (también puedes añadir pistachos junto a los arándanos si te apetece variar).

Dividir la masa en dos partes iguales como dos cilindros o ‘churros’ de unos 17 cm. Envolverlos en papel film y dejarlos reposar en la nevera unas 4 horas.

Sacar la  masa de las galletas de la nevera y cortarlas en rodajas de 0,7 cm más o menos. Colocarlas en la bandeja de hornear durante 10 minutos, si las quieres ‘blanquitas’ si prefieres más doradas dejarlas 12  minutos y 5 más con la temperatura residual ya con horno apagado.