Últimamente parezco la niña de las tartas de queso, pero es que he tenido varias celebraciones y todo el mundo pedía tarta de queso. Así que he ido colgándolas a lo largo de los días, pero tranquilos que habrá más cosas que tartas de queso o dulces, ja,ja,ja.

Las tartas de queso son una buena solución para cualquier momento.Las hay “crudas”, o lo que es lo mismo, que no necesitan horno, y las hay cocidas, como es el caso.A mí, personalmente, me gustan más las horneadas, como esta, que frías están buenísimas.Además, son de estas recetas que es sólo mezclar y llevar al horno, así que no os podéis quejar, que bien fáciles que os pongo las cosas.

#weekendtour

Esta tarta es deliciosa y sencilla, aunque requiere tiempo. Tiene que enfriarse toda la noche en el horno, así que recomiendo hacerla por la tarde-noche para comerla el día siguiente.

Buenísima y fácil de preparar

Esta receta ha sido un verdadero capricho de mi marido y la verdad es que ha sido sencillísimo concedérselo ya que es una receta súper fácil de hacer. Hay quien en vez de poner 600 g de queso pone 300 g de queso y 3 yogures para suavizar el sabor, pero si eres un verdadero amante del queso te recomiendo que lo hagas con los 600 g y sin yogur, eso ya a gusto de cada uno.