Poner las fresitas, los arándanos y la canela en una cacerola. Calentar a fuego bajo y apagar cuando llegue a ebullición. Dejar que se enfríe en la olla. Pelar y trocear pequeñitas las peras y las manzanas. Regar con unas gotas de limón. Mezclar toda la fruta con la ralladura y el azúcar a gusto. En mi caso pruebo la fruta, y si está dulce, no le agrego azúcar. Reservar.

Preparar los ingredientes para la cubierta del pastel. En un cuenco poner las harinas, los copos, el azúcar y la mantequilla. Con los dedos mezclar y añadir las semillas, los piñones y los pistachos. Seguir mezclando hasta integrar todo y formar un granulado.

Engrasar con mantequilla una fuente, mejor si es de cristal, y verter la fruta. Cubrir con el crumble y aplastar ligeramente con una cuchara. Llevar al horno precalentado a 200ºC durante 30´ o hasta que esté dorada la cobertura. Dejar enfriar y servir con helado de vainilla.