Le añadimos el huevo, el pan rallado, los ajos lo más picaditos posible, el perejil(fresco o seco) y por último mi truco especial: una cucharadita colmada de mostaza de Dijon.

Integramos en el bol todos los ingredientes poco a poco y le vamos añadiendo sal gorda al gusto y un toque de pimienta multicolor recién molida. Cuando consigamos una masa homogénea la tapamos con film transparente y la dejamos reposar media hora en el frigorífico.

Una vez asentada la masa de hamburguesa hacemos bolas y le vamos dando su forma procurando que no nos queden demasiado gruesas.

Y ya solo tenemos que hacerlas con una cucharadita de aceite de oliva vuelta y vuelta en la sartén. Estas hamburguesas caseras os quedarán mucho más tiernas y sabrosas por dentro.

Por último a montarlas en un buen pan de hamburguesa con sésamo como más nos gusten. A mi hija le encantan solo con bacon y queso pero nosotros le añadimos cebolla salteada, pepinillos, tomate y lechuga también. Imaginación al poder.

Yo siempre hago cantidad de sobra para dejar unas cuantas congeladas. Para ello le damos forma con film transparente y así es suficiente para conservarlas en el congelador. Buen provecho a todos.