En una sartén echamos un poco de aceite de oliva, la harina y la removemos un poco, la media pastilla de caldo concentrado y a continuación echamos la leche a chorrito sin dejar de remover hasta conseguir el espesor deseado, un poco más espeso de lo normal (porque la fruta suelta agua) y a continuación echamos el mango troceado y seguimos removiendo un minuto más y echamos en una fuente plana o un plato, tapamos con un papel film y metemos en el frigorífico un rato hasta que enfríe.

Mientras se enfría la masa, partimos los cogollos por la mitad, lavamos y secamos con un papel absorbente.

Pelamos el tomate y troceamos a daditos y echamos en un bol.

Cortamos a daditos también un trozo de queso fresco y echamos también en el bol.

Partimos también el trozo de mango que nos sobró a daditos y echamos también en el bol.

Cortamos los pepinillos a rodajas y añadimos también al bol y mezclamos bien, aderezando a nuestro gusto.

En un plato batimos el huevo, en otro echamos harina y en otro el pan rallado.

Sacamos la fuente de la masa del frío y hacemos bolas y vamos poniendo en un plato.

Estos ingredientes son para 12 croquetas (2 personas) y el tiempo de preparación es de 15 minutos + 20 minutos de frío.

En cada plato colocamos un cogollo partido por la mitad y lo rociamos con el aliño que hicimos en el bol.

Este plato es muy fácil de preparar, es sano, es vegetariano, especial también para celiacos por el tipo de harina y pan que hemos utilizado, también para los intolerantes a la lactosa y además está buenísimo.