En esta receta el punto complicado es equilibrar la acidez y el dulce, lo primero que haremos es cortar dos tomates en trocitos pequeños y lo metemos en un bol todo, hasta el caldito.

Exprimimos medio limón y media lima, también media mandarina, añadimos una pizca de sal, azúcar y pimienta, iremos probando que tal de sabor, si la mandarina no es muy dulzona añadiremos más azúcar, es importante equilibrar bien entre el dulce, salado y la acidez, cuando lo tengamos más o menos a un punto que nos guste le añadiremos una hojita de cilantro bien picada, removemos y volvemos a probar.

Picamos un poco de pimiento italiano y lo añadiremos al bol, también añadimos pimienta.

Una vez tengamos las gambas peladas, las añadimos al bol, las removemos, cortamos unas tiras de cebolla morada y reservamos en la nevera como mínimo una hora.

Pasado ese tiempo el ácido del limón y la lima ya habrá hecho su trabajo con la gamba y el plato estará listo para comer