Para preparar los roscos lo primero que vamos a hacer es rallar la piel de la naranja bien fina, sin nada de blanco, y exprimir las naranjas para sacarles el jugo.

Después añadir a un bol la ralladura de naranja, el zumo de naranja, los huevos, el aceite de girasol y el azúcar, batir bien para que se integre todo. Si lo deseamos también podemos añadir un chorrito de cointreau o triple seco, yo en mi caso no le añadí porque los quería sin alcohol

Una vez bien mezclado todo agregar la harina y la levadura(La levadura es tipo royal) y mezclar en el bol y posteriormente pasar a una superficie de trabajo para amasar con las manos. Debe quedarnos una masa blanda pero que no se pegue a nuestras manos.

Cuando ya tengamos la masa la pondremos en un bol cubierto con papel film o un trapo y lo dejaremos reposar 20 minutos.

¡Es hora de darle forma a nuestros roscos! Tenemos dos opciones. Podemos darle forma de aro o lo que yo llamo roscos dobles, con esa forma tan característica de los roscos de Orellana. Si no sabéis como darles forma en el vídeo os dejo una explicación detallada de como hacerlo.

Una vez hemos dado forma a toda la masa, salen muchísimos así que si queréis podéis reducir las cantidades a la mitad, poner una sartén al fuego con abundante aceite de oliva. Freír los roscos e ir volteándolos para que no se quemen.

Sacar los roscos a medida que se doren y dejarlos escurrir en un colador para que suelten el aceite.

Una vez fritos los roscos los remojaremos para que queden más jugosos. Aquí tenemos dos opciones: -La opción más fácil es remojarlos en cointreau rebajado en agua. -La otra opción que yo escogí es remojarlos en un almíbar de naranja para calar bizcochos.

Hacerlo es muy fácil solo tenéis que poner en una cazuelita 1 taza de agua, media de azúcar y una naranja a rodajas y dejarlo hervir bien todo unos 10 minutos.

Consejos: Si quieres un sabor intenso a naranja te recomiendo usar el cointreau o si los quieres sin alcohol pero muy intensos utilizar esencia de naranja. Estos roscos una vez fritos y con el azúcar se pueden congelar perfectamente. ¡Después de descongelar siguen igual de tiernos!