Salamos los filetes de cordero y los rebozamos con el pan rallado

Ponemos al fuego una sartén con aceite para freír. Cuando esté caliente, vamos añadiendo los filetes. No te asustes, quedan negritos por el color del hígado, no es que se quemen!

Vamos sacando los filetes a un plato con papel de cocina para quitar el exceso de aceite.

Una vez hemos frito todos, retiramos la.mayor parte del.aceite de la.sartén, dejando como el.equivalente a una cucharadita que quedará mezclado con el pan rallado que se ha ido desprendiendo de los filetes. Ahí añadimos la pastilla de caldo y la cucharada de harina para que no.sepa a crudo.

Una vez removida la harina, añadimos un chorrito de vinagre y dejamos que hierva para que pierda fuerza, sin dejar de remover. No te pases con la cantidad, para que quede suave y guste a todos.

Vamos añadiendo agua poquito a poquito y sin dejar de remover para que no se nos formen grumitos. Cuando tenga una consistencia líquida pero ligada, estará lista

Servimos loa filetes acompañados de la salsa... Ya veras como.si no dices que es hígado los niños se lo comen sin pestañear.

¡Y listo para comer!