Ponemos una sartén con abundante aceite a calentar y cuando este caliente freímos los huevos de uno en uno sin sal, procurando que la yema quede líquida, los reservamos en un plato, y el aceite lo reservamos para después.

Rallamos media cebolla para que quede muy fina, pero también la podemos cortar muy menuda, cortamos en trocitos pequeñitos el jamón serrano, ponemos una olla al fuego y vertemos el aceite, cuando esté caliente añadimos la cebolla y la pochamos hasta que esté doradita removiendo a menudo.

Añadimos la harina y removemos bien para que se mezcle, cocinamos durante un par de minutos la harina y seguidamente le añadimos poco a poco toda la leche y removiendo con varillas para que quede lisa y sin grumos, condimentamos con pimienta molida y nuez moscada al gusto y añadimos también los trocitos de jamón.

Cocinamos a fuego medio sin parar de remover la salsa hasta que comience a hervir, cuando hierva y espese seguimos cocinando sin dejar de remover durante 5 minutos más, al final rectificamos de sal y condimentos hasta que esté a nuestro gusto si es necesario y la retiramos del fuego.

Sobre una bandeja amplia extendemos una capa de bechamel por cada huevo que tengamos y dejándola uniforme, recortamos un poco la clara de cada huevo para dejar de un tamaño y colocamos cada huevo sobre la bechamel, los trocitos de clara que le hemos retirado los podemos colocar alrededor de la yema.

Cubrimos cada huevo con bechamel procurando que queden bien cubiertos y que la bechamel quede más grande que el huevo, cubrimos con papel film haciendo contacto con la bechamel, dejamos enfriar a temperatura y después dejamos en la nevera durante unas horas, se puede tener desde la mañana hasta la noche o desde el día anterior.

Una vez pasado el tiempo de reposo recortamos por la bechamel cada huevo dejando una forma bonita, con una espátula retiramos cada huevo, lo pasamos por huevo batido con un poquito de sal y seguidamente lo pasamos por pan rallado presionando bien para que quede bien cerrado cada paquete y bien compacto.

Para evitar que se rompa esta masa ya que es muy delicada de manipular, es mejor utilizar espátula grande y recipientes planos, (mirar el video para ver la explicación con más detalle) una vez todos los huevos empanados los dejamos en una bandeja y ya los tenemos listos para freír, también lo podemos tener empanados un buen rato antes de freírlos pero siempre manteniéndolos en la nevera.

Ponemos la sartén con el aceite de haber frito los huevos al fuego a temperatura media (Si es necesario añadimos más aceite). Cuando esté bien caliente freímos los huevos hasta que esté la corteza doradita (No freímos demasiado para que la yema siga estando líquida); Le damos la vuelta y cuando estén listos los retiramos a un plato con papel absorbente, enseguida los servimos con ensalada, patatas fritas o lo que más nos guste y listos para disfrutar.

¡¡Probadlos os van a encantar!!